Buenas tardes a todas y todos. Desde el Grupo de Apoyo a Las 6 de La Suiza queremos agradeceros vuestra presencia en esta concentración por la libertad de nuestras 6 compañeras y haceros llegar nuestro reconocimiento por el continuo apoyo y solidaridad que nos venís demostrando a lo largo de todos estos años.
Todas y todos sabemos por qué estamos hoy aquí. Una sentencia judicial injusta y totalmente desproporcionada puede enviar a prisión a 6 trabajadoras, cuyo único delito fue defender los derechos laborales.
De esta forma, se hace realidad un castigo ejemplarizante para todo el sindicalismo y para toda la sociedad; se trata, en definitiva, de coartar y reprimir el ejercicio de las libertades sindicales. Se trata de hacer que el miedo a la condena judicial desactive la lucha sindical de las trabajadoras y trabajadores y de sus organizaciones de defensa.
Quieren que se sepa que cualquiera puede acabar en prisión si se le ocurre exigir sus derechos, pedir la negociación de un conflicto o realizar una protesta sindical, aunque estas acciones sean totalmente legítimas. Todo ello representa la vuelta a un modelo social retrógrado y represor, propio de épocas que ya considerábamos pasadas.
Quieren, en definitiva, poner fin, mediante el miedo, a la lucha de la clase trabajadora y eliminar los derechos sindicales y las libertades ciudadanas que, hasta ahora, conseguimos con enorme esfuerzo.
Ir a la cárcel por defender tus derechos laborales y poner en marcha el ejercicio de las libertades sindicales; ese es el escandaloso resumen del caso de Las 6 de La Suiza.
Sin embargo, el pasado lunes tuvimos conocimiento de que el Presidente del Gobierno asturiano, Adrián Barbón, expresaba en sus redes sociales todo su apoyo a Las 6 de La Suiza.
No era la primera vez que el Presidente manifestaba su deseo de que todo acabara felizmente para nuestras 6 compañeras. Y desde el Grupo de Apoyo a Las 6 de La Suiza, recibimos con buenos ojos estos gestos.
Pero los gestos no sirven para nada y son completamente inútiles si no van acompañados de hechos que garanticen el ejercicio de las libertades sindicales sin que, por ello, nuestro destino sea una condena a prisión, mucho más, si, como en este caso, la condena es tan injusta como disparatada.
Por esta razón, queremos exigir al Presidente Adrián Barbón una declaración institucional y pública de su rechazo a esta condena y con la garantía de que su Gobierno está poniendo en marcha todas las medidas legales necesarias para que Las 6 de La Suiza no pasen ni un solo día en prisión.
Una declaración como Presidente del Gobierno asturiano, que pensamos que podría ser solicitada y, por supuesto, apoyada, por sus socios de Gobierno, Izquierda Unida, Más País e Izquierda Asturiana.
Así mismo, exigimos a Adriana Lastra, Delegada del Gobierno del Estado español en Asturies, que, como representante de dicho Gobierno en nuestra tierra y dirigente del Partido Socialista, el principal partido de Gobierno, abra una vía directa hacia el Gobierno del Estado para que las normativas legales que pueden garantizar la libertad de nuestras 6 compañeras se hagan efectivas con carácter inmediato.
De la misma forma, no debe quedarse atrás la participación activa en todo ello del segundo partido político del Gobierno de coalición, Sumar, y de su máxima dirigente, Yolanda Díaz, que, como Ministra de Trabajo, debe garantizar el libre ejercicio de las libertades sindicales.
Todo esto que planteamos desde el Grupo de Apoyo a Las 6 de La Suiza, es posible hacerlo de forma inmediata y efectiva, al amparo de las normativas legales vigentes y sin menoscabo ni interferencias en la acción judicial.
Se trata, simple y llanamente, de una cuestión de voluntad política. Exclusivamente de voluntad política. Porque nada impide que las medidas que planteamos puedan llevarse a cabo.
Empezamos diciendo que hoy estábamos aquí por una sentencia judicial injusta. La historia de la clase obrera está llena de ellas y es una historia de lucha continua y sin descanso. Y esto es así porque los derechos que se ganan en cualquier época, con un enorme esfuerzo y sufrimiento, si no se defienden con la misma intensidad con la que se ganaron, acaban por perderse.
Por eso, hoy estamos aquí para exigir la libertad de Las 6 de La Suiza, pero también para reivindicar que hacer sindicalismo no es solo un derecho, sino que es la principal herramienta que tiene la clase obrera para conseguir unas condiciones dignas de vida y trabajo.
Y también estamos aquí para denunciar un sistema que anula un derecho fundamental como es la actividad sindical. Un sistema que permite retorcer las leyes hasta convertir en delito cualquier protesta que las trabajadoras y trabajadores pongan en marcha para defenderse de la explotación laboral.
Un sistema comprensivo y tolerante con los abusos empresariales, pero implacable e injusto con los trabajadores y trabajadoras. Un sistema al que parece importarle más una pancarta delante de un centro de trabajo que la interminable lista de trabajadoras y trabajadores muertos en su puesto de trabajo.
Nuestras seis compañeras nos han marcado un camino. La reivindicación de los derechos de las trabajadoras y trabajadores es un derecho fundamental y no vamos a permitir que se ponga en tela de juicio.
Los sindicatos fueron y son nuestras organizaciones de defensa y el ejercicio de las libertades sindicales es irrenunciable para la clase trabajadora. Hacer sindicalismo es un derecho y no podemos dejar que nadie lo convierta en un delito.
Hacer sindicalismo es lo que hicieron nuestras 6 compañeras de La Suiza y vamos a estar con ellas hasta conseguir su total libertad.
¡Pola llibertá de les 6 de La Suiza!. ¡Polos derechos y les llibertades sindicales!. ¡Puxa la llucha obrera!.